Autora: Sofía Martínez
El precio comienza a
subir. “No hay razones para esta subida”, piensas. Revisaste las noticias, los
fundamentales siguen igual; nada ha cambiado, pero sigue subiendo. “El mercado
es irracional. Los ingenuos están cayendo en el juego de las ballenas. Abra una
corrección y no va a ser mi dinero el que se ganen”, es tu última resolución. Y
así es, el mercado corrige y el precio cae. Te sientes tan precavido, un
visionario. De la nada, rompe la resistencia: el precio se dispara. Tus amigos
te preguntan si ya compraste. Hasta tu abuela te dice que está posicionada a
larga. Vas a perder el rally. Tras un incremento de 20%, arrastrado por la
marea, compras. Confías ciegamente en que la subida apenas comienza: es la
mejor inversión de tu vida.
Plot twist: las ballenas deciden que es hora de tomar ganancias: te despides forzosamente de tu inversión.
Así suele funcionar la
psicología de masas en los mercados, y el ejemplo anterior ilustra por qué es
importante saber identificarla.
La psicología de masas
estudia el comportamiento de colectivos humanos, es decir, aquellos grupos de
personas que han perdido su autonomía en favor de una multitud, cuyas
decisiones imitan de manera irreflexiva.
La masa suele actuar
basándose en sentimientos y orientándose hacia un mismo fin. En el trading,
todos quieren reducir pérdidas y maximizar ganancias. El problema es que las
ganancias de unos suelen ser las pérdidas de otros. De ahí que el miedo y la
codicia sean los principales sentimientos que mueven a las masas en esta guerra
de todos contra todos.
El precio es el principal
indicador de cómo se siente el mercado. A pesar de la distancia física,
los traders se comunican por este elemento común. El precio puede
verse como un consenso momentáneo sobre el valor de un activo, resultante de
las decisiones, expectativas y sentimientos de los compradores y los
vendedores. En este sentido, los patrones entre precio y volumen reflejan la
psicología de masa de los mercados.
El problema radica en la
capacidad de contagio que tiene la masa sobre los individuos. Debilita su
racionalidad para tomar decisiones independientes y es arrastrado por las
opiniones del resto del grupo, produciendo tendencias solo por imitación.
También puede llegar a ser sumamente voluble. A veces basta un rumor para
detonar un cambio de tendencia y hacer que lo que parecía un crecimiento
indetenible, se derrumbe como un castillo de naipes. Así suceden los booms y
los crash en los mercados.
Por eso hay que aprender a
leer las señales y usar a la masa a nuestro favor. De esto se trata la
llamada Teoría de la opinión contraria. Cuando la masa percibe que el
precio de una criptomoneda está subiendo, lo más probable es que los traders más
astutos ya hayan establecido sus posiciones y acumulado, por lo que el impulso
de la subida para los que compren en ese momento será menor y es posible que
pierdan cuando los primeros tomen sus ganancias.
Los seguidores de esta
teoría buscan detectar el momento en que el sentimiento del mercado llega a los
extremos de una tendencia y anticipar los puntos de giro. Pero no siempre la
masa se equivoca, y suele ser difícil predecir en qué punto se haya una
tendencia. El trader se enfrenta con la encrucijada entre seguir un
poco más al mercado o desafiarlo, confiando en sus análisis.
La mejor decisión suele
ser apegarse al plan de trading previamente trazado. Salir de la posición en el
momento en que se había decidido salir y no dejarse arrastrar por la codicia.
Escribe las razones por las que estás entrando a un trade y las
reglas para salir. No cambies tu plan en medio de una posición abierta.
En general, lo más
inteligente es pensar y actuar como un individuo, y seguir a la masa cuando su
sentimiento encaje con nuestro análisis. Dejarse llevar por los cambios inesperados
de precio, como le sucedió al inversionista imaginario de nuestro primer
párrafo, puede llevarnos a pérdidas similares.
Lo más probable es que los traders más astutos ya hayan establecido sus posiciones y acumulado, por lo que el impulso de la subida para los que compren en ese momento será menor y es posible que pierdan cuando los primeros tomen sus ganancias.