Leía algunas informaciones en la página hermana https://diariodelsur.es/ y me topé de nuevo con una recurrente (y dispensen el juego de palabras), de cómo los habitantes de Sudamérica y bueno, todo el continente y los otros estamos viviendo dificultades que trascienden a la pandemia: Todas somos naciones que quieren ser disminuidas en esperanza, fe y progreso.
AQUI no es cuestión de tendencias ideológicas de derecha
o izquierda, de religiones o creencias. Se trata del falso poder del dinero, lo
físico y la influencia en las leyes, reglamentos y posibilidades de crecimiento
continuo.
Es fácil VER ESTO en países que son gobernados por los
mismos factores recurrentes, sin cambios de cara, de actitud y sin ganas de
cohesionar las necesidades de los ciudadanos en pro de un bienestar colectivo
que sería el suyo propio, como precursores. Realmente lo quieren todo y que
nadie más tenga.
Alabanzas
para todas las naciones
Una nota de prensa en dicho diariodelsur me dio a comprender que esto ya no es sólo un problema
que atañe a la autodeterminación de los pueblos. Esto va a la recuperación ciudadana
en su muy mancillado espíritu. Y ello implica unirse en oración entre las
mismas naciones para pedir a Dios en equidad, que no sólo le libere de aquellos
que nos dominan en la miseria, sino liberarnos nosotros entre todos de las
cadenas del yoísmo, la anarquía y la indiferencia.
Pedir alabanzas para todas las naciones es similar a
cuando una madre hace oraciones por sus hijos, esposo, padres, suegros; como
cuando un médico ora por el bien del paciente, que el Señor le ilumine para
hacer una buena intervención y que todos en el equipo estén bien y en
sincronía.
¿Es eso todo?
No, no basta rezar, hay que actuar. Es como juntar los
ingredientes y que ellos mismos se hagan una torta o como saber que una página
WEB tiene la información deseada, pero no se accede o no se lee con la atención
debida.
Ninguna solución es mágica y mucho menos se puede esperar
efectos especiales al realizar alabanzas para las naciones. Pero entre todos
los factores de bien unidos en una sola vertiente, sin distingo social, sin
importar género, edad o color, se pueden escribir renglones que abran las
puertas del Cielo en la Tierra y aclaren las mentes de los engañados, sanen a
los oprimidos, den las armas divinas a aquellos que quieran hacer frente a los
pocos pero muy ominosos, mal vivientes que se aprovechan de los ciudadanos a
quienes mientan, pueblo (sólo para evadir responsabilidades).
Así como una URL muestra códigos que bien escritos nos
llevan al lugar esperado y además brindan otras alternativas, los ciudadanos
debemos reescribirnos entre todos, para ser FUENTE de esperanza, reconciliación,
valor, mejoramiento y evolución, las únicas maneras que de verdad este mundo se
podrá curar de los males infligidos y auto infligidos, tan sólo por perder la
esperanza y bajar la mirada ante los seres equivocados.
Y si usted es de libre pensamiento y sentimientos acordes
con los mandatos divinos, de seguro mis palabras serán comprendidas y sus
alabanzas para todas las naciones se activarán desde donde esté a manera de
oración, canción y acción.