El importar vehículos es una posibilidad que nadie
debería cuestionar, siempre y cuando se cumplan las condiciones legales y
morales que ello conlleva (o debería conllevar).
Nunca debemos manifestar nuestra situación
financiera en otros, aunque el reflejo de un país se mide también en las
limitaciones de las personas para alcanzar su plena estabilidad. Más,
cuestionar a quien se esfuerza para obtener legalmente lo que quiere, es de una
envidia manifiesta que nos degrada como país.
La importación de coches ha aumentado favorablemente en todas sus gamas. Y aunque existan
problemas de gasolina, comprendamos que el proceso de venta movió la economía
de un país, que al importar vehículos mueves a la economía del país receptor y
que también influirás en la economía gubernamental y de algunas personas
vinculadas (mecánicos, vendedores de repuestos, cuidadores, limpiadores), que
se verán beneficiadas.
Hay quienes no ven lo micro de lo macro y por ende,
denigran. El mundo también se mueve por las pequeñas cosas (en este caso, de
pequeños a medianos grupos que pueden importar vehículos, para la venta o para
uso particular.
Importar vehículos
El parque automotor amerita de vehículos resistentes
para los caminos rurales, extraurbanos y urbanos. Además, merece punto de
interés que haya vehículos importados de alta gama, siempre y cuando los que lo
adquieran demuestren que el dinero con el que lo paga, sea bien habido.
Porque podemos aupar la importación de carros, pero
no la corrupción o un marcado esnobismo.
Entendamos que hay vehículos para cada quien y es su
nivel de ingresos y querencia lo que les invita a comprarlos.
Máximo, como una manera de equilibrio (para que no
existan complejos de inferioridad), hay que solicitarle a particulares y
empresas que importan vehículos de gama alta, que cumplan con su responsabilidad social comunitaria y/o
que demuestren su buena voluntad para con los demás. Es una manera de
equilibrio justa y cónsona con los tiempos que vivimos.
Ventajas de la importación de carros
Abriendo los ojos al colectivo, sobre el valor
estratégico de importar vehículos, así como cualquier maquinaria o elemento
tecnológico, expresamos las ventajas que de una u otra forma se pueden
materializar en progreso.
Y esto ocurre en todo el mundo, quienes importan
vehículos para la venta y los distribuyen en concesionarios o páginas webs especializadas, benefician
al país que vende, como al que recibe. La pérdida está en los exagerados
impuestos (deben existir, pero no lucrar vulgar y excesivamente) y el robo de
dichos impuestos.
Compendio de ventajas al importar vehículos
Generalmente vienen mejor equipados que los
nacionales, con más extras, amplitud y calidad.
Algunos modelos de vehículos importados de segunda
mano, gracias a los contratos con distribuidores exclusivos, suelen tener un
precio más asequible que los nuevos, lo que permite ahorrar dinero y evitar
compromisos de pago a largo plazo.
Tienen una menor depreciación respecto a su valor en
el tiempo, lo que significa que pierden menos valor con el uso.
Al importar vehículos, los nacionales pueden ofrecer
una mayor variedad de modelos, estilos y tecnologías, lo que aumenta las opciones
de elección para los consumidores y aseguran ventas, lo que se traduce en
impulso al pleno empleo en el área de ventas, administración, mecánica, etc.
Hay muchos vehículos importados que son destinados a
los llamados Motor Extreme, que son
exhibiciones de vehículos donde se implementan accesorios, necesidades, ideas
de impulso que también contribuyen al sector público (fisco, seguridad) como
privado (ventas, distribución, mantenimiento).
Definitivamente que el importar vehículos puede
resultar el pináculo del crecimiento financiero personal o empresarial. Como
dijimos, mientras sean adquiridos con dinero de su propio laburo, en nada
pueden ser cuestionados, sino más bien, aupados para que ayuden a mantener al
área tributaria y todo lo laboral que de ello desprende.