Lo
que voy a contar está basado en mí experiencia como víctima del Bullying, que me han dado a entender los patrones de
varios “ejemplares” de personas que acometen ello contra los demás.
Quizá,
conociendo qué les detona esa deplorable actitud, se puedan realizar las
correcciones debidas, no buscando personas que no se sepan defender, sino que
no vivan para atacar.
Nada
de lo que diré está apegado a las concepciones sobre Bullying que psicólogos,
autoridades y pedagogos, ya poseen. Y les recuerdo: esta mal actitud no tiene edad e, incluso, puede surgir tardía.
Bullying: Lo que lo detona
El atractivo
Quienes
tienen buen físico, son alabado por ello y lo asumen como preponderante y hasta
único requisito para la convivencia social, gustan de utilizarlo para
menospreciar a los que no son social o estéticamente atractivos (considere esto
usted personalmente, ya que es subjetivo).
Los
ven como las víctimas de mofa porque se sienten invulnerables, atractivos,
destacables o con más oportunidades. Y no culpemos a las normas de la sociedad,
sino a la visión de que sólo eso, abre puertas.
Bullying en base a la fuerza física
Sí
pueden golpear, sujetar, detener, imponerse, intimidar, amedrentar, manifestar
agavillamiento en base a su fuerza física y habilidades de lucha, consiguiendo
cosas a cambio o momentos en que exponen a los débiles o pacifistas, se
adentran a ese mundo sin resentimiento alguno. Ocurre mucho entre los jóvenes
que se desarrollan más que otros y se les transforma en una costumbre de vida.
Incluyamos
miradas, tono de voz, frases pensadas para impulsar el temor en otros para así
obtener beneficios.
El dinero o modo de ganarse el sustento
Aquí
el Bullying está en base a la no comprensión entre lo que es ser un jefe a un
líder; un compañero a un amenazante; un colega a alguien que quiere pisotear. El
Bullying es uno de los matices negativos, no del dinero, sino de quienes lo
portan.
Bullying por sex-appeal
Aunque
es típico de las mujeres que usan sus dotes femeninas para seducir y utilizar a
otros para que les complazcan y luego humillarles y reírse por las ilusiones
rotas, también hay muchos hombres o de la comunidad LGBTI+ que utilizan estas
técnicas deleznables.
Sale
del físico y del poder que ejerce en el gusto y en el amor de alguien, además
de la amistad. Les colocan como sus títeres y esa, es una manera de Bullying de
la cual poco se habla, pero es francamente recurrente. Podemos decir que es Bullying
al amor.
Bullying laboral
Esto
va más allá de la típica broma al novato o ir haciéndose un nombre cumpliendo
tareas que hacen los rangos menores. Es querer hacerle sentir mal
invisibilizándole, pagándole menos, gritándole, cercenando sus aspiraciones a
crecer o diciéndole que su empleo pende de un hilo.
Lo
hacen de manera soterrada, para poder ascender ellos. Y muchas veces ganan
aliados que se sienten obligados o protegidos, so pena de vivir lo mismo. Eso envalentona
más al que hace matoneo y se hace una costumbre tradicionalista netamente espuria.
Nace del placer de creerse aventajado y dominante.
Por consanguineidad
Sí,
la familia también hace Bullying y se forma en grupúsculos que va incidiendo en
la lejanía familiar (cada quien considere sí es o no bueno ello al final).
Se
aprovechan de los errores o picardías infantiles para restregarlo por el resto
de la vida, acrecentándolo no con bromas, sino con cosas que creen son una
manera de enseñanza para la no repetición o formar el carácter, convirtiéndose
en un atosigamiento insistente que termina quebrando a las personas –de formas
no definidas-, especialmente cuando no están de humor.
Muchos
familiares no saben equilibrar la dicharachería y bromas intrafamiliares y es
allí cuando el matoneo y el abuso, surge.
El crecimiento personal
Quien
no sabe manejar al éxito y lo utiliza para restregárselo a los demás, termina siendo
un bully de primera línea, aunque sólo lo hace desde el sofismo y la cursilería
pedante, aunque en ocasiones lo hace desde un piso de cristal que desconoce,
sustentado en que le indigna que los de su propia generación no tengan lo mismo
que él o ella, habiéndose esforzado de la misma forma.
Ocurre
igual con quienes no saben manejar el fracaso y se llenan de resentimiento. Se defienden
en el sarcasmo más rancio, envuelto en indirectas y habladurías a espaldas de
quienes le consideraban su amistad. Hacen Bullying para colocar en otros, sus
propias debilidades e inseguridades.
También
sucede en la formación deportiva. Los niños o niñas más adelantados, rechazan a
los que están más atrasados en el aprendizaje y/o cometen errores en los
partidos, lo que va creando grupos intimidatorios e intimidados, además de
temores generalizados.
Bullying por falta de sinceridad
Los
mitómanos o quienes no gustan de comunicarse y resolver los asuntos, son también
personas que atacan emocionalmente a otras, pero sin saberlo e, incluso, sin
así sentirlo. A estas personas no se les puede juzgar, porque están siendo
fieles con ellas.
Este
Bullying es pues, uno que nosotros mismos nos aplicamos, por mezquinos y/o anárquicos.
Ejemplo:
Que alguien te rechace una cita, salida, intenciones románticas, etc. Como lo
hacen (incluso con educación y motivo), la gente se resiente porque quiso que
esa persona le dijera sí y como no lo hace, pues se gana su odio.
Allí
nace un Bullying tanto para quien rechaza como para sí mismo, destruyéndose y
tomándolo como referencia para todo el mundo (de allí aquello de “todas las mujeres son iguales” o “todos
los hombres son iguales”).
Ahora,
sí esa persona te miente diciendo “es que no quiero tener nada, no me siento
lista/o”, pero a lo poco ya está con alguien o se demuestra que ya lo está, el Bullying
surge por la falta de sinceridad de que no era amor a nadie lo que le evitaba
una relación, sino el no amor a una
persona en específico. Esa mentira, no es piadosa, es Bullying.
¿Qué hacer ante alguien que comete cualquier tipo de Bullying?
Sí
está en entorno laboral, denunciar. Sí es dentro de la familia, informar cómo
te sientes; sí es en la escuela o en la calle, apoyarte en quienes no están del
lado del agresor.
Y
no seas como él, no indicándote que des la otra mejilla. Crea espacio y sigue
tu vida, porque sí se mete en tu mente como se mete contigo físicamente, te
habrá ganado.
A
quienes hacen Bullying, como a cualquier ser que hace maldad, le molesta,
ofende, aleja y derrota que no le den espacio para seguir su juego y, mucho
más, si no quiebren tu espíritu, pensamiento y ánimo.
Las
cicatrices emocionales existen, me consta, tengo toda mi vida sufriendo Bullying
por mi físico. Pero nunca son tan grandes o visibles como para no dejarse
seguir mí vida feliz, ser dicharachero y mejorar el entorno de personas en
derredor, que por fortuna y al saber reconocer a un bully o matoneo o patán, me
ayuda a depurar y tener amistades que sí valen la pena.
Deja
de inventarte películas o llenarte de resentimiento; las decisiones de los
demás piensan igual que las tuyas y, sí te hablan / responden con la verdad, el
Bullying no debe existir en ti con tus reproches o reconcomios.