El mundo está reajustándose a la vida normal luego de los
sombríos años 2019 a 2022. Pero quedaron buenas costumbres gracias a que la
tecnología sí estaba preparada para la adopción, lo que se ajustó al adelanto
forzado. El streaming fue una de
esas bondades que se catapultó y sigue creciendo.
Ha sido la opción para el trabajador que no tiene mucho
tiempo para ver televisión. En especial en algunos países europeos donde es la población
la que financia de una manera u otra a la televisión e incluso al uso de la
Internet para el disfrute de canales regulares.
El streaming ha permitido focalizar los gustos y
necesidades de entretenimiento, educación e información, al menos en el caso
del que es transmitido por las grandes compañías.
Poder hallar en un lugar tanto series, películas,
documentales, infantiles, anime,
deportes, informaciones en vivo o desde estudio, clásicos, siendo uno mismo
quien elija, controle la pausa y acción y se decante por géneros o compañías
que sustenten dichas plataformas, es un alivio e incluso, un placer culposo.
Streaming vs. TV Cable o Tv Nacional
La
televisión por cable,
la innovación y salvación de los noventa y dos mil, está también en decadencia.
Pero su caso está condicionado por las mismas compañías que impulsan con
diversas actitudes, la necesidad de que las personas vayan al próximo nivel:
las plataformas de streaming pagas.
De allí que en los últimos tres años hemos observado las
siguientes tendencias:
- Limitación de los estrenos de series.
- Menos publicidad a la hora de estrenar películas.
- Constante repetición por bloques de los mismos programas
(por ejemplo, Cartoon Network
retransmite la misma serie de episodios en cuatro franjas horarias: mañana, tarde, tarde – noche, noche.
- Estreno del primer episodio de una serie en streaming
para captar adeptos a su propia compañía de respaldo
- Aumento de los infomerciales o tandas comerciales de
empresas específicas.
Su decadencia es pues, un plan de marketing bastante manipulador e incontrolable. Muy incomprendido por los usuarios que reclaman a las cable operadoras por tales repeticiones, cuando ellos no tienen el control sobre la programación.
La
televisión nacional,
al menos en el caso venezolano, es la máxima decadencia televisiva. La estatal,
es un panfleto repetitivo y conductista para aupar a una sola tendencia,
vendiéndose como de preferencia de todos los venezolanos.
Por su parte la tv
privada, genuflexa y temerosa del cierre de sus transmisiones o de la
censura de tal o cual persona o programa al intentar ser pluralista, le incitan
a crear un material mediocre, repetitivo, seudo populista o seudo científico
y/o cultural, que avergüenza al gentilicio venezolano.
De allí que, quienes pueden costear la Internet, se
decantan por la misma para escapar de las mismas caras, intenciones y
decepciones que ofrece. Cabe estudiar y/o aplicar cada caso en toda la
televisión pública y privada de libre transmisión en la región, a ver quiénes
son iguales y quienes se salvan ofreciendo calidad.
El streaming como tabla de salvación
Muchas personas se quejaban de que este tipo de transmisiones online era un costo
adicional al que se paga por la señal de
Internet. Pero existen plataformas donde se pueden ver programas en streaming gratis con episodios completos e incluso,
series o películas inéditas, de las que no podrían encontrar en las plataformas
de pago.
Esto es una democratización de la señal, que se triangula
de diversas maneras para mantener la legalidad, como lo hace el portal Animenix con el anime u otros del mismo
corte.
Invertir sabiamente el dinero y el tiempo y poder
disfrutar lo que se quiere y/o necesita ver, es un derecho al cual hay que
hacerle la lucha. Escapar de las manipulaciones de toda índole de la TV Cable y
la TV Nacional es un deber.
Y es el streaming el siguiente nivel, que además brilla
por su portabilidad y estar libre de
virus o robos de data.
Somos nosotros los ciudadanos – consumidores, quienes
debemos exigir el control y lograrlo con las alternativas que empresas y
personas que creen en las ideas de la libertad, nos permiten.