1.
Bitcoin
Seguramente el Bitcoin sea
la criptodivisa de la que más has oído hablar. La razón de la fama de esta
moneda digital es que es la pionera, en 2008 fue creada por varias personas
bajo el nombre de Satoshi Nakamoto. Por supuesto, en su lanzamiento no tenía el
valor que posee ahora y la mayoría tampoco podía llegar a pensar que alcanzaría
estos datos.
Sin duda esta moneda se ha
posicionado como líder en el mercado digital y puede ser una gran inversión
para este año. Sin embargo, ha sufrido grandes altibajos y resulta complicado
saber cuándo va a subir o a bajar. Por ello te proponemos otras criptomonedas a
las que merece la pena prestar atención.
2.
Ripple
El Ripple (XRP) para
muchos expertos es el sucesor del Bitcoin ya que esta moneda digital fue creada
por los antiguos desarrolladores del Bitcoin con el objetivo de mejorar las
prestaciones.
Al igual que el Bitcoin,
el Ripple se trata de un sistema totalmente seguro y encriptado cuya
información de las transacciones son públicas pero la información del pago no,
es decir, es un sistema confidencial donde el emisor y receptor son los únicos
que disponen de la información y el código que la desencripta. Una buena opción
de inversión.
Tras el gran crecimiento
que vivió en 2017, ene 2018 vivió una caída importante, a pesar de mantenerse
todavía en positivo.
3.
Litecoin
Creada por el exempleado
de Google, Charlie Lee en 2011, el Litecoin fue lanzado como una alternativa al
Bitcoin.
“Mi visión es que la gente
usaría Litecoin todos los días para comprar cosas. Simplemente sería el método
de pago de elección”
Tiene un límite superior
al Bitcoin (84 millones, frente a 21 millones) y actualmente existen cerca de
55 millones de Litecoin en circulación. Por este motivo, son muchos los
expertos que apuestan por esta criptomoneda en el futuro.
4.
Ethereum
El Ethereum y el Ether
fueron en 2017 una de las criptodivisas más rentables y es una alternativa
basadas en la tecnologías como Aragon o Stox. Es la segunda divisa digital en
términos de capitalización por eso se le considera una gran alternativa al
Bitcoin.
En 2018 la tendencia al
alza de esta criptomoneda se mantuvo hasta conseguir su máximo histórico en los
$1.423 a principios de año.
Lo que más destacan es su
consolidado desarrollo de aplicaciones y la utilización de contratos
inteligentes., por lo que se trata de un proyecto de Blockchain más ambicioso
que las Bitcoins.
5.
NEO
El NEO o el “Ethereum de
China” fue creado en 2014 por Da Hohgfei que quería tranquilizar sobre los
temores de las criptomonedas en su país. Por aquel entonces, el Gobierno Chino
anunció un mayor control sobre el sector monetario digital y ha prohibido a las
ICO gestionar libremente. Desde luego NEO, es una divisa digital a la que no
podemos perder la vista.
Características que pueden
hacer que te decantes por esta moneda es que NEO permite construir aplicaciones
descentralizadas así como contratos inteligentes , además NEO es indivisible,
no como ETH.
6.
Monero
El elemento diferenciador
de la criptomoneda Monero es su anonimato. En su filosofía, Monero permite que
en cada transacción sea totalmente anónima, incluido remitente, el destinatario
y el volumen de la transacción. Para muchos esto supone un problema porque se
cree que beneficia a los ciberdelincuentes.
Actualmente hay casi 20
millones en circulación y a diferencia del Bitcoin y Litecoin no tiene un
suministro fijo de monedas. Una opción de inversión que tampoco debemos
desperdiciar. Según expertos, Monero tiene perspectiva de vivir su mayor
crecimiento y podría llegar a las 50 $.
7.
Dash
El Dash es otra
criptomoneda peer-to-peer, como el Bitcoin, pero que integra funcionalidades
más avanzadas, como por ejemplo: las transacciones instantáneas y las
transacciones privadas. Lo bueno de la criptomoneda Dash es que es una moneda
digital que vive momentos volátiles y se puede adquirir a muy buen precio.
8.
IOTA/ MIOTA
La IOTA subió mucho tras
el anuncio de su asociación con Microsoft e incluso la impulsó a convertirse en
una de las criptodivisas más valiosas. Su gran diferencia frente a las otras es
que no tiene tarifas comerciales, ni mineros o bloques. Por lo que ya no se
precisan los llamados mineros, donde se exige una gran cantidad de potencia de
cómputo y gran cantidad de monedas. Aquí en cada transacción se da poder para
validar otras dos transacciones, haciendo a los propietarios de la IOTA los
propios mineros de la cadena.
9.
NEM
El NEM, creada en 2015
como muchas criptomonedas utiliza la tecnología Blockchain para su gestión: Su
elemento más innovador es que permite enviar mensajes, registrar nombres o
crear cuentas con varios titulares.
A la hora de invertir, es
considerada una criptomoneda “low cost” por el poco precio con el que ha
cerrado el último año, pero aún así los expertos auguran que el 2019 puede ser
un gran año para el NEM, estaremos expectantes.
10.
Cardano
El sistema de bloques
Cardano es relativamente joven de ahí su desconocimiento popular, pero promete,
sin duda promete. El proyecto nació en 2015 de la mano de destacados académicos
e ingenieros y no ha sido una realidad hasta finales de 2017. Su moneda, Ada,
ya cuenta con casi 26 millones de hasta las 45 mil que puede albergar.
Lo que llama la atención
de esta moneda es su división en dos capas: una la capa de pagos donde se
ejecutan las transacciones y otra donde se llevan a cabo las aplicaciones y
contratos, llamada capa de computación.