Podríamos hablar de una
campaña electoral o una campaña misionera; una campaña cultural o estudiantil,
así como una campaña artística. Sea cual sea el caso, la logística de publicidad
en una campaña es una inversión que debe ser bien pensada y no quedarse en el
sólo momento.
Aunque nos duela a los
contribuyentes sin saberlo, las campañas oficialistas y algunas opositoras en
cualquier país, son financiadas con dinero público. De allí que sean tantas las
cantidades de materiales impresos como franelas (camisetas, playeras, polos,
sudaderas, etc., ) pendones, banners, etiquetas o calcomanías y ahora, material
en madera o cerámica (muchas veces alusivos a la tradición cultural del área).
Esa inversión es pensada
al momento de una campaña y -aplica para todas-, igualmente debe trascender, hacerse
un hito en la historia y de aquí a algunos años ser parte de muchas anécdotas o
revelaciones. La publicidad debe seguir blindando lo que el marketing ideó para
un momento.
Pocos creativos son
capaces de lograr ello; aunque por fortuna, las grabaciones en video y la retransmisión
a través de redes sociales por grupos electorales, religiosos, medios de comunicación,
particulares o empresas, ayuda a sostenerlos en el tiempo.
El secreto de la
publicidad en una campaña, es que esta se mantenga en el tiempo, tanto en lo
tangible como en lo intangible.
Para consolidar a la publicidad en una campaña
Generalmente se necesitan
técnicas y materiales de vanguardia, que acepten el reto del uso y el abuso y
que permitan a los más humildes usuarios buscarles distintas funcionalidades,
ya que ellos son los difusores ideales.
Para eso, las técnicas de
impresión y sublimación se han abierto paso de manera consolidada para cubrir
las necesidades de todos por igual y darle más valor a la inversión,
especialmente cuando la publicidad en una campaña es costeada por el sector
público o grupos de personas. Entre las técnicas sugeridas al día de hoy por
publicistas y diseñadores gráficos junto a empresas de servicios de impresión tenemos:
DTF (Direct
to Film): Es la nueva tecnología que ha calado rotundamente en todos los
medios publicitarios por su amplísima versatilidad, ya que permite impresiones
detalladas en diferentes tipos de tela, madera, cerámica; esto ahorra intermediarios
y permite enfocarse en coordinar mejores y más adecuados precios en los
materiales a imprimir / sublimar.
Sublimación: Si
hablamos de la publicidad en una campaña de un producto o una figura pública,
los materiales son más vistosos para poder “vender” en pro del atractivo y la
vistosidad. Allí la sublimación se convierte en la técnica adecuada porque
muchos artistas, deportistas o CEO se decantan por las telas de poliéster ya
que el material y la técnica logran impresiones de más alta calidad y
durabilidad.
Serigrafía: Sigue
vigente esta técnica tradicional que usa plantillas y tinta para imprimir
diseños en tela, especialmente cuando se hacen servilletas de tela, pañuelos o
prendas infantiles o para conductores, así como banderines.
Vinilo textil: Cuando
se hace publicidad en una campaña sociocultural, se utiliza este método para
todo aquello que representa a la idiosincrasia de las naciones, motivado a que este
método aplica mediante calor y es común en diseños con colores sólidos.
Todos involucrados
Cuando se hace publicidad
en una campaña de cualquier índole, se cala en el gusto de las mayorías, no
sólo de los allegados y del público meta. El uso o exhibición permite que
cualquier marca, bien, producto, servicio o figura pública se fijen en la mente
del conglomerado.
Los diversos métodos de impresión
ayudan a mantener una buena línea de costos y que se obtengan prendas de
calidad a las que cada quien otorgara un significado.
Sólo quisiéramos que los políticos no se financiaran del dinero de los impuestos de los contribuyentes para hacerse publicidad en una campaña electoral, sino que saliera de su propio esfuerzo como hacen todos los demás grupos sociales públicos y privados. Pero ese es otro tema.