Ya que tengo su atención
con el título, paso a argumentar.
Intervención
Militar. No es que yo diga que no la quiero, es que EE.UU.,
aunque haya muchos guerreritos del teclado y persona de a pie que esté
frenético de que venga un grupo SEAL o más a Venezuela, aupados por partidos
como Vente o ABP o también por el psuv que está frenético de ganas de ser
víctima real de lo que ellos bien conocen (el ataque con armas al desarmado),
la cosa es que esa opción está en la mesa, pero debajo de una pila de opciones
idóneas para evitar los escudos humanos y secuestrados que seguramente planean
los colectivos en barrios y urbanizaciones, porque así como tienen mucho de
terroristas, tienen mucho de secuestradores y gran mentalidad de asesinos
cobardes envalentonados por un régimen usurpador que los alcahuetea.
La intervención es como
aquel cuento urbano del misil en una fragata que tenía las coordenadas de Miraflores.
¿Pudo ser?, quizá; fue, en realidad no y eso que pudieron. Algo faltó y eso le
quita la factibilidad. Y ello también ayudó a que Carlos Andrés Pérez saliera
nuevamente victorioso. No creo que a estas alturas alguien quiera que nicolás
maduro salga victorioso, así que se requiere mejor proceder, porque un golpe de
suerte de él, es más años de mala suerte para el país.
Más que intervención, algunos
voceros a la calladita dicen que Estados Unidos debería promover recompensas
por la captura de ciertos capos en el país. Allí se acabarían las alianzas, porque
aquí el mono baila por plata.
Diálogo.
¿Cómo le metemos en la obtusa y anquilosada cabeza de los dirigentes del MAS,
enrique ochoa antich, felipe mujica y en los sin partido, eduardo fernández y
claudio fermín que el diálogo sólo sirve cuando la contraparte dialogante es
honesta, cumplida, bien educada, tiene algo qué proponer, se apega a la ley?,
porque eso es lo que se hace en los sindicatos, en condominios, en
universidades, una búsqueda de la paridad basada en el respeto.
Pero eso no es factible
existiendo seres manipuladores, incumplidos, groseros, con halos de mafiosos y
que sólo buscan más y más poder por encima de cualquier voluntad, refiriéndonos
sin duda a los hermanos rodríguez, a cilia flores, diosdado, tareck y tarek, Aristóbulo
y pedro carreño. Quizá se sienten, pero comenzarán a insultar, a sacar cosas de
contexto, a grabar, a amenazar, a contradecir, a insultar al mediador o
anfitrión, a prometer represalias, a decir que harán tal cosa (ínfima), sí les
quitan las sanciones que son de ellos pero que le adosan al país que paga las
consecuencias.
Nadie habla con esa gente.
Nadie cree que sean gente.
Conclusiones.
Ambas opciones tienen que llevar un proceso muy largo. El de la intervención
requiere que se acabe la pila de opciones o un incidente que nadie quiere,
porque todo aquel que dice que serán menos muertos que ahora, no piensa jamás
que puede ser él o ella misma o alguien que le duela que muera en el
tiroteo/bombardeo. En lo del diálogo, se requiere gente buena en el psuv para
dialogar, que no engañe hasta a El Vaticano. Y esa gente no aparece, aunque no
dudaremos que la haya, pero están pisados por los cubanos que mandan en
Miraflores.
Así que por los momentos,
ambas no. Es preferible la presión. Y en esa presión, el desprecio del común
denominador y en el llamado a la unión entre todo aquel que adverse, es que se
va a seguir socavando.
La intervención que
debemos hacer es presionar y no desmoronarnos y eso se logra dialogando y apoyándonos
entre todos. Allí sí creo en una intervención + diálogo.
Lcdo. Argenis Serrano - @Periodistech