Cuando familiares y/o amigos que se fueron del país preguntan ¿cómo estás?, casi siempre se refieren a salud y a cómo hacemos para comer. Yo lo veo más allá, con lo más apocalíptico: la falta de agua.
Y no es que falte al 100%, pero sí falta al 80%. Es un Derecho Humano de lo más violado, que no deja de sonarme a plan para frenar las protestas del pueblo, mismas que sí se presentan creando focos de paradoja difíciles de explicar; es como sí el problema se les revierte y les explota en la cara, pero no.
Ya tengo más de año y medio levantándome temprano para agarrar una cola con un vecino que va a un sector algo apartado donde llega agua de montaña al pozo y es fluida en las casas, donde nos obsequian la misma. 2 bidones y algunas botellas para distribuirlas a diario.
Complemento según el nivel de gasto yendo con un carrito de mercado ya destartalado a buscar agua a la Universidad Central de Venezuela, esto es posible nada más de lunes a viernes; mucho se les agradece pese a que algunos inconscientes engreídos dañan las instalaciones o se hacen caciques de las mismas. También en el Colegio de Médicos de Aragua.
Efectos directos en la población
- Lavar la ropa es un reto.
- Darse baños holgados es más difíciles (no se interprete como despilfarrar agua, sino usar más para hidratar y sacar mejor las impurezas).
- El agua que se lleva es para medio lavarse, cocinar, beber y algo de limpieza.
- Drenajes fuera de las casas se van tapando porque no corre agua suficiente para irlos limpiando y eso hace que los sanitarios se tapen.
- Ausentismo laboral o estudiantil.
- Agotamiento físico por la búsqueda de agua y agotamiento mental por el agobio y preocupación en todos los miembros de la misma por las limitaciones.
- Robo de bidones o botellones de agua a mujeres niños y ancianos.
¿Qué resuelve?
Aparte de lo ya descrito de buscar agua en lugares apartados o en tomas de Hidrocentro que se derraman, la compra de agua en botellones a camiones o centros de recarga, compra de camiones cisterna (ya casi no hacen operativos de repartición por parte de alcaldías y gobernación) y la mayor lotería: la lluvia, de la cual se obtiene agua para sanitarios y al filtrarla de la recabada de los techos, para bañarse.
¿Qué sucede?
Larga cadena de mentiras hemos recibidos desde hace dos años por parte de Hidrocentro (empresa de aguas del Estado para la zona centro de Venezuela) y que vemos idénticas replicadas en todo el país. Eso nos hizo dudar de que fuera una falla puntual para ser vista como un plan, por lo que consultamos con varias fuentes de periodistas de regiones, sucesos y con personal de Hidrocentro que prefirió anonimato.
Las mismas coincidieron en:
- Bombas americanas, no hay presupuesto para cambiarlas por europeas o chinas (por aquello de las ideologías, el haber convertido sanciones personales en nacionales por las que pagamos por ellos indebidamente, etc.)
- Sí se piden materiales para reconstruir bombas y sistemas eléctricos, llegan incompletos; y pocas veces por prevención, debe suscitarse la falla para empezar a actuar, lo que retarda más las soluciones.
- Robos, piquetes, fracturas, que se hacen casi simultáneas y hacen difíciles la elección de prioridad.
- No hay suficientes contratistas.
- Al personal no se le ha dotado de implementos necesarios para reparaciones eléctricas. Entonces éstos solicitan pago adicional por usar sus propias herramientas. No se los dan, no las llevan y esperan que se las consigan para arrancar. Ergo, más retraso.
- Se cree que el agua es un freno a la protesta social.
- Las fallas eléctricas han empeorado el bombeo.
- El uso de bombas de agua residenciales e industriales, compra de más reservorios (tanques para agua), hace que los que no poseen dichas bombas queden relegados a la espera del mismo.
- No se cumplen los planes de contingencia.
Lo que se desea
Muchos países sufren por el agua. Más que pagarla cara, pagan por usarla con más gozo. En Inglaterra, por ejemplo, las duchas de los hoteles funcionan con monedas y debe pagar aunque esté contratando el servicio de agua; en Portugal el servicio es muy caro. Por eso a la gente le vale más ella, sabe que es complicada y que se debe rendir. pero les llega.
El asunto en Venezuela es que esa ominosa costumbre de subsidiar al casi cero también nos está quebrando y en algo más valioso que el dinero como lo es el agua, fuente de vida.
Para ser liberales o capitalistas, debemos pagar. Y eso no es decir que paguemos gustos y cosas estrambóticas o bohemias, sino pagar bien por las verdaderas necesidades para que éstas se nos cumplan. Y que el salario básico, alcance para las mismas. Es allí donde todo funciona. No es usar el dinero para darse vida, sino para de verdad tenerla. Así con todos los servicios básicos e impuestos.
Al menos que llegara el agua con seguridad 2 veces por semana a nuestras casas, eso ayudaría a tener una real cultura de uso de la misma. Para que se acaben esas señoras abusivas que "barren" un piso a manguerazos o los que lavan el carro a diario con 30 cubetazos nada más porque les da la gana.
Me he estado bañando con agua de lluvia que por fortuna ha caído. pero cuando finalice la temporada, que tampoco ha sido muy fecunda, ¿cómo haré con el baño que se tapa, lavar la ropa, darme un baño que no me haga sentir que me faltó algo por lavarme?; y ni hablar de los niños de nuestro país, porque como dije, éste es un problema que lo hicieron nacional. Al no tener agua, se les está robando la vida desde ya. No todo el tiempo me van a regalar agua o podré costearla.
Lcdo. Argenis Serrano - @Periodistech
Y no es que falte al 100%, pero sí falta al 80%. Es un Derecho Humano de lo más violado, que no deja de sonarme a plan para frenar las protestas del pueblo, mismas que sí se presentan creando focos de paradoja difíciles de explicar; es como sí el problema se les revierte y les explota en la cara, pero no.
Ya tengo más de año y medio levantándome temprano para agarrar una cola con un vecino que va a un sector algo apartado donde llega agua de montaña al pozo y es fluida en las casas, donde nos obsequian la misma. 2 bidones y algunas botellas para distribuirlas a diario.
Complemento según el nivel de gasto yendo con un carrito de mercado ya destartalado a buscar agua a la Universidad Central de Venezuela, esto es posible nada más de lunes a viernes; mucho se les agradece pese a que algunos inconscientes engreídos dañan las instalaciones o se hacen caciques de las mismas. También en el Colegio de Médicos de Aragua.
Efectos directos en la población
- Lavar la ropa es un reto.
- Darse baños holgados es más difíciles (no se interprete como despilfarrar agua, sino usar más para hidratar y sacar mejor las impurezas).
- El agua que se lleva es para medio lavarse, cocinar, beber y algo de limpieza.
- Drenajes fuera de las casas se van tapando porque no corre agua suficiente para irlos limpiando y eso hace que los sanitarios se tapen.
- Ausentismo laboral o estudiantil.
- Agotamiento físico por la búsqueda de agua y agotamiento mental por el agobio y preocupación en todos los miembros de la misma por las limitaciones.
- Robo de bidones o botellones de agua a mujeres niños y ancianos.
¿Qué resuelve?
Aparte de lo ya descrito de buscar agua en lugares apartados o en tomas de Hidrocentro que se derraman, la compra de agua en botellones a camiones o centros de recarga, compra de camiones cisterna (ya casi no hacen operativos de repartición por parte de alcaldías y gobernación) y la mayor lotería: la lluvia, de la cual se obtiene agua para sanitarios y al filtrarla de la recabada de los techos, para bañarse.
¿Qué sucede?
Larga cadena de mentiras hemos recibidos desde hace dos años por parte de Hidrocentro (empresa de aguas del Estado para la zona centro de Venezuela) y que vemos idénticas replicadas en todo el país. Eso nos hizo dudar de que fuera una falla puntual para ser vista como un plan, por lo que consultamos con varias fuentes de periodistas de regiones, sucesos y con personal de Hidrocentro que prefirió anonimato.
Las mismas coincidieron en:
- Bombas americanas, no hay presupuesto para cambiarlas por europeas o chinas (por aquello de las ideologías, el haber convertido sanciones personales en nacionales por las que pagamos por ellos indebidamente, etc.)
- Sí se piden materiales para reconstruir bombas y sistemas eléctricos, llegan incompletos; y pocas veces por prevención, debe suscitarse la falla para empezar a actuar, lo que retarda más las soluciones.
- Robos, piquetes, fracturas, que se hacen casi simultáneas y hacen difíciles la elección de prioridad.
- No hay suficientes contratistas.
- Al personal no se le ha dotado de implementos necesarios para reparaciones eléctricas. Entonces éstos solicitan pago adicional por usar sus propias herramientas. No se los dan, no las llevan y esperan que se las consigan para arrancar. Ergo, más retraso.
- Se cree que el agua es un freno a la protesta social.
- Las fallas eléctricas han empeorado el bombeo.
- El uso de bombas de agua residenciales e industriales, compra de más reservorios (tanques para agua), hace que los que no poseen dichas bombas queden relegados a la espera del mismo.
- No se cumplen los planes de contingencia.
Lo que se desea
Muchos países sufren por el agua. Más que pagarla cara, pagan por usarla con más gozo. En Inglaterra, por ejemplo, las duchas de los hoteles funcionan con monedas y debe pagar aunque esté contratando el servicio de agua; en Portugal el servicio es muy caro. Por eso a la gente le vale más ella, sabe que es complicada y que se debe rendir. pero les llega.
El asunto en Venezuela es que esa ominosa costumbre de subsidiar al casi cero también nos está quebrando y en algo más valioso que el dinero como lo es el agua, fuente de vida.
Para ser liberales o capitalistas, debemos pagar. Y eso no es decir que paguemos gustos y cosas estrambóticas o bohemias, sino pagar bien por las verdaderas necesidades para que éstas se nos cumplan. Y que el salario básico, alcance para las mismas. Es allí donde todo funciona. No es usar el dinero para darse vida, sino para de verdad tenerla. Así con todos los servicios básicos e impuestos.
Al menos que llegara el agua con seguridad 2 veces por semana a nuestras casas, eso ayudaría a tener una real cultura de uso de la misma. Para que se acaben esas señoras abusivas que "barren" un piso a manguerazos o los que lavan el carro a diario con 30 cubetazos nada más porque les da la gana.
Me he estado bañando con agua de lluvia que por fortuna ha caído. pero cuando finalice la temporada, que tampoco ha sido muy fecunda, ¿cómo haré con el baño que se tapa, lavar la ropa, darme un baño que no me haga sentir que me faltó algo por lavarme?; y ni hablar de los niños de nuestro país, porque como dije, éste es un problema que lo hicieron nacional. Al no tener agua, se les está robando la vida desde ya. No todo el tiempo me van a regalar agua o podré costearla.
Lcdo. Argenis Serrano - @Periodistech
