Esto lo coloqué con mucha confianza en mí Facebook: Hay personas que son "multitasking" y por eso, donde las emplean, las explotan porque hacen más y les pagan menos. Sí alguien está para un deber, ejemplo, un jefe de área, debería tener un asistente enlace.
Pero hay lugares que se aprovechan y desvalorizan a las personas. Ojalá esa práctica no le ocurra a nadie que me lea, mucho menos enterarme, que las respaldan. De allí nació mi nuevo artículo.
La entrega y pasión de las personas multitasking
Las personas multitasking
o multitareas utilizan no sólo sus hemisferios cerebrales en conjunto, sino su
capacidad visual, auditiva, nemotécnica, una empatía donde se ponen a la orden,
pero no a la disposición. Un balance necesario que en contraste, es utilizado
por sus empleadores, supervisores, compañeros de trabajo, público en general y
a veces, familiares y amistades.
Como diría El Chapulín Colorado, “se aprovechan de su nobleza”. Ciertamente, la capacidad de resolver,
de cubrir el trabajo del que falta, se fatiga, se ausenta, ayudar en momentos
de alta presión y premura, es una virtud que no se valora.
Y esto va más allá de la compensación
monetaria, la cual es también mínima porque cuando los jefes ven a alguien
multitareas, les dan un sueldo mayor porque están haciendo la labor de mínimo 2
personas. Pero no tiene el sueldo de esas dos personas y menos la compensación
por horas extras.
La compensación es a veces
un pulgar arriba, un tiempo para que se desestrese, recargue las energías,
detalles sencillos, desde una notica, un espaldarazo, una flor, un jugo, una
sonrisa, un sigue así. De eso muchas veces las personas multitareas
carecen las reciben en lapsos de tiempos
tan alejados que pasa a ser un “me acordé de ti y de que existes, toma, agarra
allí esta lisonja”.
Las personas multitasking salvan, arriesgándose
Comercios, centros de
servicio, empresas, instituciones, etc., siempre conseguirán a esa persona
multitareas que ama laborar, llega temprano, se va tarde, tiene todo al día,
aporta ideas, cubre posiciones y hasta personal que hace falta, lo suple con
una agilidad felina que pasma.
Hace de su empleo su
segundo hogar de tal manera que parece el primero. Y es una fortuna que haya
empleadores que lo noten, compensen, agradezcan, estimulen con mejores tareas,
horarios, soporte técnico idóneo y recursos humanos que le permitan hacer su
mayor virtud: el liderazgo, mismo que es adosado con humildad.
Pero esas personas
minimizan aquella máxima que dice que la vida del adulto se divide en tres –
ocho: ocho horas para laborar, ocho para convivir y ocho para dormir. Picar de
algunas de esas horas para entregárselas al trabajo, dan un gozo y relax de
satisfacción al multitareas, pero la salud y la vida social pasan facturas.
No es que sea malo de
villanía ser así, para nada. Pero es justo que sea valorizado por su entorno,
que sean - seamos, protectores de tan
útil, afable y loable persona. Porque que personas así lleguen a nuestras
vidas, son bendiciones y por ende, las debemos cuidar.
Algunos casos de personas multitasking
No diré nombres, pero sí
relataré ejemplo de personas que admiro y me motivaron a escribir esto. Para nada
quiero demeritar a las personas más apegadas a horarios y tareas supra-delimitadas
(dispensen el supra, es para que se entienda), más como adultos sabemos que
nuestras vidas, estilos y labores son distintas con el mismo fin: la felicidad.
La forma y estilo de cada quien es una cosa etérea que podemos llamar “el
necesario balance del mundo”. Voy con los ejemplos:
Una persona apreciada es taquillera.
Su familia es dueña del local donde labora y es la encargada. Claro que existe
la confianza, pero ella casi siempre está sola para un público denso e intenso.
De 7 a.m. a 5 p.m. de lunes a sábado. Come a destiempo y corriendo, casi no sale
a sus cosas personales. Se agota, sus jaquecas no son normales y no le dice a
su familia que solucione ni se atreve a hacer presión a ello; sólo es
multitareas y eso no es valorizado ni apoyado, menos cumplirle como una persona
asalariada y trabajadora que está amparada por la ley.
El caso de un exalumno que
un día me consultó cómo podía hacer él ya que los jefes (asiáticos en tienda de
víveres), le habían asignado la tarea de administración y a su vez debía atener
público y el depósito y no rendía par ninguna tarea. Le sugerí lo más sencillo,
hablarles con humildad pero sin bajar la cabeza, con el argumento serio y lógico
de que sí ellos querían un mejor rendimiento en la administración y ventas de
su parte, debían alejarle de ser cargados y depositario y apartar las horas administrativas
de las de ventas. Así lo hizo, el jefe le concedió el personal y tiempo. Esa práctica
y forma de expresarse le consiguieron un mejor empleo donde cumple varias
funciones pero que él delimita, le rinden y le son reconocidas con bien.
He de referir el caso de
una amiga que es multitasking, cubre todas las posiciones y busca ser útil para
los demás y que su equipo saque lo mejor de sí. Un trabajo de hormiga, de esos
en que se ve a una jefatura gruñona sin serlo, sólo que se es seria pero con
una sonrisa. Su labor da frutos en la productividad en un entorno que es
altamente estresante y muy álgido. Pero no le es reconocido como debería ser. Si
bien no es la gasolina de esa persona, hay que ser muy estoicista o netamente
insensible para no querer vivir la emoción de un bien hecho, gracias, su
ejemplo se debe propagar, éste equipo nos enaltece, etc. Ni tiempo para sí le
querrían dar sí la ley no les obligara, y vaya que trabas le ponen. Eso socava
al alma, es por ello que digo que su entorno debe entrar en su rescate y/o
simplemente, estar, para que esa fuerza no desista.
Por más personas multitasking en el mundo
La máxima japonesa de “sí luego de entrenar muy duro, llorar sangre, desmayarte y despertar no sigues entrenando, ese entrenamiento no funcionó” , es netamente tan falsa como lo de “dar 110%” o de ser perfectos. Pero sí se puede dar más de sí.
Siempre le digo a mi madre
que yo no trabajo mucho. Ella me dice que uso el intelecto, la computadora, que
investigo, ayudo, gano para comer, vestirme y tener la casa en pie, que de eso
se trata el trabajo. Claro que las madres siempre defienden y les dan ánimo a
sus hijos. Pero tiene bastante de razón, sólo que yo duermo bastante y quizá no
busco más de lo que puedo hacer por mi temor a quedar o hacer mal a otros.
Las personas multitasking son esa que transforman en tareas administrativas a todo en la vida (ergo, organización y eficacia) y nos aportan en demasía; allí está su éxito. No son carros, casas, yates, cuentas
bancarias, viajes y turismo, etc., lo que les hace exitosas. Es su amor por prepararse,
por hacer que las cosas funciones como debe ser y con estilo. Que ante las
adversidades existan soluciones de buena gana y con resultados positivos. Que las
horas valgan.
Más les pido a esas
personas que también vean hacia adentro, que cubran esas necesidades básicas
humanas y puedan crear un balance que les dé otra vertiente de la felicidad. Y con
más personas así, creo que Venezuela se recuperaría en menos tiempo de lo
estimado, cuando ya no estén los multirobos.
Vamos a abrir los ojos
ante la gente de tan alta confianza como lo son las personas multitasking o multitareas, la que nos rodea y la que está ante el espejo. Así se
labore pocas horas, que sea bastante lo que se dé por ti, por tu casa, por lo
que nos quiere: Venezuela.
Lcdo. Argenis Serrano - @Periodistech
