¿Cuál es la importancia de un líder?
Al
igual a lo que sucede con la política y la guerra, en la actividad empresarial
la ausencia de un líder auténtico o auténticos líderes significa
inevitablemente, sea a la larga o a la corta, el estancamiento, el fracaso o la
derrota.
Esta
afirmación es válida no sólo para las altas esferas directivas. También lo es
para los mandos inferiores, como por ejemplo los de nivel departamental.
Porque,
¿qué es lo que determina por sobre todas las cosas, la eficiencia de las
operaciones departamentales en una empresa cualquiera? Si bien existen muchos
factores que contribuyen a una producción óptima, es innegable que sin un
elemento esencial –un líder capaz-
ningún departamento puede funcionar adecuadamente.
Los
líderes de verdad despiertan siempre el respeto espontaneo de sus empleados,
que es algo muy diferente al temor. Son precisamente los mediocres, incapaces o
inseguros de sí mismos quienes recurren a la intimidación como medio de hacerse
respetar.
¿Qué se busca en un líder?
Es
un hecho que la mayoría de las personas prefiere seguir a un líder enérgico y
competente que dirigir a otros ellas mismas.
Enérgico
y Competente significa tener el coraje de aceptar las
responsabilidades implícitas en la tarea de dirigir. Un líder con esas
cualidades generalmente consigue los resultados apetecidos.
Un
ejemplo en el que se ven claras las ventajas de tener a mano personal con
condiciones directivas potenciales es el de una compañía que estaba en período
de expansión. Uno de sus supervisores tenía bajo sus órdenes a dos grupos: uno,
(compuesto en su mayor parte por hombres) estaba a cargo del ensamblaje mecánico
y el otro, que estaba integrado en su totalidad por mujeres, era responsable de
los circuitos impresos.
Con
la expansión el trabajo se volvió en algo tan intenso que una sola persona no
lo podía manejar, por lo tanto la junta directiva tuvo que decidir en promover
a supervisor a la par del anterior a alguien y que tuviese cualidades para
liderar.
Como
las mujeres consideraban que necesitaban quien las representara, la empresa
decidió después de un cuidadoso estudio el ascender a la que les pareció tener
las mayores condiciones para desempeñarse como supervisora. Felizmente y como
se pudo comprobar con posterioridad, su capacidad de integración, de escuchar,
de delegar, de estudiar el potencial y buscar más soluciones que problemas le
hicieron la elección de líder acertada.
La búsqueda de un Líder
Pero
a veces las cosas no son tan sencillas. No es frecuente contar con la persona
adecuada justo cuando se le necesita, por la simple razón de que los líderes no
abundan. Sin embargo, si se observa cuidadosamente, se notará que entre los
subordinados existen algunos que tienen la capacidad potencial de asumir
posiciones directivas y que todo es cuestión de darles la oportunidad de
demostrarlo.
Características Generales de un Líder
Cabe
preguntarse cuáles son las características más sobresalientes en esas personas
que podríamos considerar un líder para cierto sector específico o general;
grosso modo son las que poseen:
Determinación
Un
supervisor líder eficiente debe tener la confianza necesaria para sostener con
firmeza lo que considere correcto. Frecuentemente los supervisores se dejan
influir por las reacciones emocionales de sus empleados en determinadas
situaciones esto es básicamente erróneo, puesto que son ellos quienes deben
fijar las normas, las metas y los métodos para sus respectivos departamentos.
Lealtad para con la Compañía o Sentido de Propiedad
Esta
cualidad es clave. No se puede ser un buen supervisor ni líder sin tener una
definitiva solidaridad con la compañía para la cual se trabaja. Por supuesto,
ser solidario no implica un ciego servilismo, sino tener un conjunto de normas
éticas con respecto al empleador.
Una
forma segura de permitir el deterioro de la moral es brindarle a un disconforme
la oportunidad de exagerar las opiniones de los demás.
Disposición
a Tomar la Iniciativa
Una
notable característica de las personas con cualidades de líder es la de
superarse con la responsabilidad. Su actitud es tal que, mientras mayor sea la
responsabilidad mayor se desempeña. Como quien al presentarse un nuevo trabajo
o deber analiza la factibilidad, la plusvalía de su realización y delega en
quienes tienen las capacidades para hacerlos, brindando oportunidades por
igual, estando a su vez siendo copartícipe del mismo en total equidad.
Un Líder Posee Altísima Capacidad de Motivar
Finalmente,
un líder ha de tener la capacidad de estimular a la gente para que actúe. Esto
no quiere decir el aguijonear constantemente a los subordinados para que
mejoren la producción o calidad de su trabajo y su sentido de pertinencia sin
con esto decir las cosas como un “mío” (“no
me ha llegado el pedido”, cuando lo
correcto es “no nos ha llegado el pedido”). Por el contrario, un líder
motiva a los demás dando el ejemplo de hacerse parte del todo sin perder su
ubicación y mucho menos la identidad, personalidad, empatía, cercanía y el don
de mando.
Vale
la pena señalar que lo que debe buscarse en un supervisor, directivo, capataz,
empleado de confianza, etc., para que funja como líder, son sus ganas de hacer
para el conglomerado, ver más allá de lo evidente, visualizar soluciones y
mejores propuestas, crear un ambiente cómodo, capacidad de escuchar y saber
utilizar las críticas constructivas, estar un paso adelante para evitar
contratiempos y no el mandar, sino predicar
con el ejemplo.
Ser
líder no es cuestión de género, raza, religión. Es cosa de sentido común y
tratar a las personas como lo que son: sus iguales, sin marcar mayores
diferencias, estar de tú a tú sin que ninguno traspase la línea del buen trato
y la privacidad.