No tocaremos sobre problemas técnicos, sino el
problema de inteligencia emocional que se está ocurriendo con la situación de
escasez de gas en Venezuela.
El Problema del Gas en Venezuela
Aunado a los problemas en las plantas, que van desde
explosiones, fallas mecánicas, vacaciones acumuladas de los trabajadores que,
incluso, cubren plazas de compañeros enfermos o que simplemente dejaron de
asistir al no sentirse bien pagados, el problema del gas en Venezuela se ve
atado a la atadura al papá Estado
que bien ha estimulado el psuv al tener el control absoluto de la distribución
de este hidrocarburo.
Y decimos que es un problema de inteligencia
emocional en base a eso, a la ya enfermiza necesidad de depender de operativos
de venta de gas en Venezuela para abastecerse y que le aleja de la mentalidad
necesaria de atarlo al otrora sistema de compra a los privados, lo que
significa, pagarla a precios
establecidos en la libre competencia.
Entonces, dejan que el gas se le acabe y quedan indefensos
ante un elemento indispensable para la preparación de alimentos, teniendo que
utilizar las cocinas o estufas eléctricas,
que son útiles, pero no muy prácticas o resistentes.
Obvio que ustedes dirán lo siguiente (y que respaldamos
al 100%): Los niveles de ingresos de los venezolanos no están para el pago de
las bombonas de gas a precios dolarizados que asemejan a los internacionales.
Allí radica el eje del problema, siendo el colofón la
atadura a esperar operativos (por el costo menor, que pagamos con los altísimos
impuestos).
Gas en Venezuela, sí hay
He visto camiones de empresas privadas ir y venir
con cilindros; incluso una subsidiada por el Estado (región) donde vivo. Y las
fallas, son cada vez mayores.
Y es evidente que hay porque hay unos 200 puestos de
perros calientes en el casco central y periferia de Maracay, funcionando. Y ellos
gastan un cilindro de gas en 1 día (como mínimo).
Sea al precio que sea, lo consiguen. Eso significa
que hay. Llegaron a existir casas que tramitaban la compra a un precio del 150%
del regulado o público (mal llamado comunal) y uno podía adquirirlo sí juntaba
los dólares o bolívares.
Pero fueron cerradas porque no cumplían las normas
de seguridad (loable) y porque cierran un tanto el control social (deleznable).
Por lo tanto
Mientras se siga pensando en operativos, más te
faltará el gas. Creyendo que ahorras, puedes perder más. La mentalidad debería
ser –a medida de lo posible- adquirir las cosas con el sector privado (el que
sea que aparezca) y, si llega el público, pues sí se puede.
Lo que vale es que no dejes que escaseen tus cosas
por un supuesto ahorro o adhesión ideológica. Lo que debe importarte es tu
salud integral y la de los tuyos, la cual está también atada a lo anímico.
El gas en Venezuela, está. Con fallas, pero está. Lo
que hay que hacer es buscarlo, porque no te lo traerán a casa como antes y los
operativos no son al tiempo que te convenga, sino cuando el azar y el ciclo, se
unan.
Pero el tiempo que ha de prevalecer, es el tuyo,
signado por tus necesidades y querencias.
Y para eso, hay que esforzarse más, porque hay que
pagar… y a precios altos.