Para
la ciencia es casi que un pecado el que alguien quiera llegar a creer en la astrología. Al menos las
ciencias puras, porque la psicología, sociología e incluso las ciencias de la comunicación
han abierto espacios de encuentro entre ésta y las personas.
¿El
propósito?, que se promueva el libre albedrío, la lógica, la inteligencia emocional y que se aprenda
a discernir entre lo que es un consejo, una orientación y una manera metódica de
plasmar hechos y movimientos estelares, con el día a día.
Por
ello es que los diarios en casi todo el mundo y por décadas han promovido la colocación
de horóscopos, para que las personas
sinteticen su lectura referida a su signo
zodiacal y encuentren en el comentario el sentido lógico, la posibilidad,
la amplitud de posibilidades de que suceda o no.
Poco
o nada de criterio se estima de quien se une al 100% a lo que predicen; pero sí
tienen un criterio alto y bien balanceado quienes saben discernir entre lo que
leen y lo que es su realidad.
Pueden
tapar baches actitudinales, encontrar emociones y saberes que desconocían o que
habían dejado olvidados por falso orgullo.
Creer en la astrología: Los planetas a su favor
Saber
que Saturno está en una posición favorable
para el signo de Acuario no es un
conocimiento que sobre. Es aprender de manera paisana pero muy profesional
sobre cómo los seres humanos han segmentado las constelaciones y el cómo lo
cíclico afecta casi que por igual en cada encuadre estelar a quienes han nacido
bajo tal o cual signo zodiacal.
Esto
también ayuda a estimular la creatividad, la lectura, el observar nuevos y
variados programas, tanto de astronomía para el análisis de las predicciones
que atañen a tu zodiaco, como de astrología
para saber sobre las alineaciones de los planetas o cuáles cuerpos celestes
traspasan el espacio.
Que
La Luna tenga fases y/o afecte a las
mareas, es un hecho que la ciencia aunada a la astrología, estudia. Que La Luna
también afecte el estado anímico y/o de oportunidad de las personas en el amor,
es un proceso psicológico que debe ser bien recomendado para que nadie se
avorace y fracase.
Porque
creen en la astrología profesional
es realmente favorecer a la mesura, la precaución y la acción metódica que sabe
hilvanar situaciones entre las cuales puede por igual mover al arte de la improvisación,
brindándole nuevas y mejores emociones a su vida.
Las sociedades son más felices
cuando hay un catalizador que le permite bajar la presión de los problemas. Y quienes
al menos se dan una oportunidad de creer en l astrología, escuchan o leen
palabras que pueden dominar con su propia inteligencia emocional y sofocar sus ímpetus
o molestias creadas por las tropelías de los políticos, los desmanes de la
economía y los errores mal intencionados de quienes conocemos o no, que van
afectando a nuestro cuerpo, mente e incluso, fe en la humanidad.
Creer en la astrología puede ser entonces…
Un
filtro para escapar, escuchar un palabra fable que no precisamente te va a
complacer, sino que te dará un piso en el cual tú construirás el pensamiento y
acciones adecuadas para ti y los tuyos.
Para
algunos será una moda. Pero sé que para muchos otros ha sido un respaldo que le
ha brindado sólidas premisas para evitar males mayores o para tomar valor y
arriesgarse en cosas que sí están a su alcance, pero que no buscaban porque no
hallaron un espaldarazo en su entorno; pero el creer en la astrología aunque fuese
por una vez, le brindó esa llave a la
felicidad o a evitar un mal mayor, que por siempre, agradecerá.