Más que diseñar estrategias para
aprovechar a un target o salvarse las restricciones por censura o saturación en
los medios tradicionales, lo que deben buscar los líderes que optan a cargo o a
comandar reivindicaciones sociales justas, es ajustarse y diseñar una muy
personalizada comunicación y marketing político.
Claro está que existen puntos
elementales en la comunicación a las masas y en el mercadeo relacionado a la política
partidista. Pero es que esas ya están quedando atrás, porque todas se regían
por el partidismo o el personalismo a manera de “exaltar a la persona” en virtudes
de la cual distaba.
La nueva comunicación y marketing
político buscan enlazar realidades, recordarle a las personas quienes son en el
rol social y cómo requieren de una voz, mente y accionar que defienda intereses
no sectorizados, sino globales.
Que más allá de la tendencia a la cual pertenezca
y el target que más le respalde, sus objetivos y logros sean producto de un
trabajo metódico, fiel, sin falsas poses, humano, pragmático, académico y
construido incluso entre voces discrepantes.
Esto conseguirá no darles gusto a todos
en las formas, pero procurar que el beneficio sea ecuánime en el fondo, que es
lo realmente valioso.
Comunicación y marketing político
Lo que en principio debe tener, es
personalidad. Contar con personas que aporten valor y sepan seguir la onda de
lo que se busca lograr, sabiendo concertar ideas, sin perder la esencia.
Eso lo logran los individuos. Pero contar
con una Agencia de Marketing Digital
que sepa de teoría y práctica para plantar y asentar las bases estratégicas,
que sepa acompañar la libre esencia y actitud de la persona que se candidatea a
cualquier cargo y ayude a escalar en las preferencias del público, es un apoyo
que ningún político que se respete, debería dejar pasar en estos tiempos.
Quien quiere liderar a personas y país,
debe saber liderar y responsabilizar desde las redes, donde ya se difunde y se
acepta más. La línea de comunicación y marketing político que sugerimos en principio
es la siguiente:
Encontrar los puntos de dolor del público objetivo
No es decirle lo que ya saben, sino
organizarlas para dar respuesta clara a cada una. Un menú de opciones que va
como el bambú, rígido, pero que se sabe mover con el viento, en este caso el
viento son los aportes de valor de quienes le rodean y las propias palabras de
sus seguidores (no sus peticiones individuales, sino globales).
Comunicación y marketing político: El problema que yo te puedo resolver sí me eliges
Identifica los problemas y los
diferentes modos de atacarlo. Como dijimos, no es recordárselos, sino demostrar
que hay estrategias que contra viento y marea, pueden paliar al máximo dichos
padeceres, que son básicamente:
Alimentación
Economía
Seguridad
Salud
Dignidad
nacional (Educación y Cívica).
La vehemencia, lo exacerbado, ser y reflejar al cotidiano, siendo parte del mismo
No es decirle, “yo te entiendo” al
elector. Es decirle que tú lo estás padeciendo y que entre ambos, es que se les
puede destronar a aquellos que han hecho daño, no para imponer un nuevo orden
volteando la tortilla, sino escalando para hacer el trabajo debido. Esos puntos
que a ti también te afectan y que quieres / debes resolver sí te dan la
oportunidad, son en principio:
Molestia
por actitudes burlistas o indiferentes y falta de aptitud para el cargo.
Agotamiento
actitudinal por promesas rotas o creaciones futiles
Burla
a la esperanza de la mayoría
En
busca de justicia real, no de la venganza
Ser
su voz ante el país (municipio, provincia, estado) en el tono que todos tienen
(sin perder las formas o fingir paisanadas)
Comunicación y marketing político: Encontrar los canales correctos de comunicación
Actualmente, quienes más votan y están urgidos
de cambio, son el sector de las Generaciones
z y Millenials, con influencia de la generación X que no puede votar, pero
quiere incidir en los sí votantes.
Ellos consumen todo tipo de redes sociales.
En ellas debe estar el mensaje general, demostrado en las formas que cada
plataforma permita. Utilizar su gratuidad e incluso, monetizar para financiarse
legalmente.
Y permitir, aupar, acompañar, comentar y
replicar el material de quienes están de acuerdo con el mismo y generan sus
propios contenidos. Utilizar el derecho a réplica que ofrecen los comentarios,
sin caer en polémicas, sólo haciendo lo que los medios de comunicación tradicionales
(en especial los parcializados), no permiten: Que se escuche / vea / aclara le posición del otro.
Lo anterior tumba las tendencias maliciosas
con datos y pruebas.
No olvidar que las llamadas y mensajes de texto (SMS) son parte de la comunicación de siempre,
porque los sectores que no consumen redes sociales tienen el derecho de saber tu versión y tus aportes.
Incluso los Memes con respeto, pero genialidad,
al igual que las caricaturas o viñetas balanceadas, son parte de la comunicación
y marketing político actual.
Ser incisivo, respondiente, no
contestatario sino incidente o detonante de tendencias. Marcar la pauta, sin
ese deseo desmedido de marcarla, simplemente surge porque haces contenido de calidad y al cual sabrás
responder con hechos.
Aportar valor en los canales
En cada canal se deben decir las cosas que están mal y la solución viable, incluso sí la misma es riesgosa para el hito político tradicional. Lo que importa es el bienestar de todos, no el de unos pocos. Es la única manea válida de ser radicales.
Vislumbrar
sin temor al replique.
Esto es decir tuis planes, soluciones, plan de gobierno. Antes no se decía
porque se temía a una réplica burlesca que tumbaría a la misma. Pero el actual
apoyo y replique de los usuarios en las redes y en la vía pública, termina
fortaleciendo aquello que aunque rudo, sea viable y necesario para solucionar
problemas puntuales y devolver la dignidad al ciudadano en base a la Constitución
y a las normas más elementales de convivencia.
Certeza
y conocimiento.
Sí tienes una profesión u oficio, sácalo a relucir y enfócate dónde aplica y cómo eso
incidirá como un efecto dominó entre la ciudadanía. Sé metódico como un maestro
y el respeto, llegará (siempre y cuando exista realidad entre el decir y el
hacer).
Forjar credibilidad con su esencia real. Atrás quedaron esos show político de disfrazarse, hacer actos con indígenas o niños para decir que eres parte del pueblo. No, tu día a día, tu rol de público ante lo que hacen los indígenas y niños, es lo que debe manifestarse. Saber delegar es parte de ser un líder real, no de fingir que haces un plato típico, más bien de mostrar que te gusta comerlo.
Ser
la voz de quienes temen o dicen no querer meterse en política. Esos que no entiende que hay diferencias
entre la política partidista y la política, que es la manera de correlacionarse
con el entorno con equidad. Al ser su voz, ellos te dirán lo que se requiere. Esta
manera de comunicación y marketing político es rica en retroalimentación y la
suma de voluntades al proyecto.
Decir lo que la gente debe escuchar
El marketing
digital propone y ayuda a convertir o extraer lo útil y valioso de cada situación.
De allí parte una comunicación eficaz. Ambos, bien coordinados, evitan
distorsiones del mensaje o simples carambolas, mucho menos crear polémicas pueriles
que distraigan del objetivo principal y den armas a los rivales.
A la gente ya no se le dice lo que
quiere escuchar. Eso ha sido factor de sectorización. Se le dice lo que debe
escuchar, incluso cuando en principio no le guste. La realidad del país le
llevará a comprender y entre todos, buscar que esas rudas y duras palabras, se
acepten y se diluyan en líneas metodológicas para enfrentar los problemas en
una justa proporción para las partes
Comunicación y marketing político: Enfocarte en lo que sabes y rodearte de pares en otras especialidades
Así como enseñas lo que sabes, en ello
debes enfocarte y más si aplica al país o lugar que pretendes dirigir. Sí ello
se ajusta a los problemas más urgentes de la ciudadanía, mayor interés
despertarás y además, derivarás en los puntos en que la ramificación del
problema ataca, lo que puede provocar el destrabe de una mayor cantidad de
problemas.
En los puntos donde no seas más fuerte,
busca a los expertos en el área. Que no den soluciones pueriles ni en las que
el costo caiga crudamente en la ciudadanía para beneficiar a los grandes, sino
un balance real para caer y levantarse con prontitud, como ocurre en cualquier
problema.
Y que éstos colaboradores no te digan lo que quieres escuchar, sino lo que debes. No les temas, el liderazgo te apoya, sólo que sin excederte. La fuerza con caballerosidad es bien vista por el electorado.
Ser genuinos, útiles, pragmáticos y
prácticos a la vez. No te robes los contenidos de los contrincantes, sólo toma
sus ideas y mejoralas, siempre reconociendo y dando crédito pero aumentando más
el techo de posibilidades reales o
quitando los escollos a las ideas que desestiman porque afectan a los poderosos
o a ellos mismos.
Los políticos ahora no deben temer a tener menos poder, porque sí sustentan sus ideas en conocimientos reales, modelos viables e identidad nacional, siempre podrán salir adelante.
La comunicación y marketing político actuales
deben enfocarse en generar sorpresa, esperanza, expectativas de una realidad no
color rosa. De mostrar que se sabe de lo que se habla, que no hay falsas poses
y que no tolera a los que no cambian para mejorar.
Estamos en una nueva era comunicacional
y de mercadotecnia, ya que hay que evitar los ataques de los poderosos, de sus acólitos,
de quienes replican un mensaje que no analizan y que sólo sienten en el bolsillo.
Lo que importa es no callar, ser consistentes
y aportar valor real, no dejar para luego lo que se va a hacer, sino atacar con
esas armas de estructura política que comiencen a subsanar necesidades y den
libertad de oportunidades.